Chimbas es el departamento del Gran San Juan que va a la cabeza en la instalación de reductores de velocidad para mejorar la seguridad vial de sus habitantes. De un total de 1.707 metros lineales que se han colocado en los último tres años en los cincos departamentos, el 35% le corresponde a Chimbas. Le siguen Santa Lucía, Capital y Rawson con 17,5% y Rivadavia con 12,5%, según se desprende de un sondeo realizado por DIARIO DE CUYO.
Además, Chimbas anunció que ya tiene un proyecto de licitación para instalar 3.046 metros más de pianitos, que sirven de reductores de velocidad y que reemplazan a las lomadas, que aún se mantienen en algunos departamentos del Gran San Juan pese a que están prohibidas por ley. De esta manera el municipio pretende tener el 70% del total de cruces de calles del departamento con estos topes de velocidad, indicaron las autoridades. Según Raúl Pereyra, coordinador técnico de la Municipalidad de Chimbas, los colocarán en casi todos los barrios y sólo quedarán exentas aquellas calles en las que pronto se instalarán los ramales cloacales, como parte de la Benavídez, de la Salta o de la Bonduel. La obra comenzará a fines de noviembre y estiman terminarla en mayo de 2013, con un costo aproximado de más de $600.000.
De acuerdo a las autoridades municipales, Chimbas le saca ventaja a los otros departamentos porque desde hace 11 años que eliminó los lomos de burro tras la muerte de una chica de 26 años, quien sufrió un accidente al pasar por una lomada en Villa Obrera, en 2001. Incluso por ese hecho fue procesado un funcionario del municipio.
LOS DEMÁS
Rawson, Santa Lucía, Capital y Rivadavia están muy por debajo de los reductores viales que se han construido en Chimbas, pero de a poco van sumando metros lineales. En Santa Lucía ya se han colocado 300 metros (entre pianitos y franjas de caucho) y se espera que a fin de año instalen 700 metros más, informaron. En Rawson también detallaron que colocaron 300 metros, especialmente cerca de las escuelas, y que ya está planificado duplicar esa cantidad en los próximos meses.
Por su parte, Capital anunció que tiene 300 metros lineales de reductores de velocidad (son de caucho) y piensa construir 100 metros en los próximos dos meses, para eliminar los lomos de burro que aún mantiene. Rivadavia, en tanto, instaló hasta ahora 215 m de reductores y trabajan en la erradicación definitiva de los lomos de burro, luego de que en octubre del año pasado un joven sufrió un accidente por un lomo de burro en el barrio Camus, que terminó con su vida.
Según los especialistas, entre los reductores de velocidad que se usan en el Gran San Juan hay dos tipos: los de caucho o los que se realizan con premoldeados. Los de caucho son más fáciles de instalar ya que se atornillan al pavimento y ocupan delgadas líneas transversales en las calles, pero aseguran que tienen menos vida útil. Por su parte, los premoldeados con forma de serrucho, o pianitos, requieren más tiempo de colocación, pero la duración también es mayor, informaron los especialistas.

