Cuentan que sufrían robos y arrebatos todos las semanas. Por lo que tenían miedo hasta de salir a tomar el micro. Esa situación los cansó, decidieron juntarse y pedir ayuda. Fueron escuchados por la Policía y por la intendenta de Rivadavia. Así lograron respuestas que, al menos por ahora, les trajeron tranquilidad. Se trata de los vecinos del barrio Aramburu, el más grande de San Juan, quienes a un mes de haber iniciado los reclamos lograron iluminación, limpieza y mayor presencia policial.

‘En dos años entraron a mi negocio y me robaron 6 veces. Una de ellas correteamos a los ladrones con algunos vecinos y rescatamos parte de los que me habían sacado, pero ellos se escaparon. Es que, si no hay presencia policial permanente es difícil que la Policía llegue a atrapar a los ladrones‘, comentó Víctor Hugo Pérez, uno de los 150 vecinos que participaron en la última reunión para pedir seguridad, que se realizó el 30 de mayo pasado en un bulevar del barrio. Según el vecino, todos los días se enteraban de algún robo o arrebato en el barrio, pero desde que se reunieron y lograron el apoyo de la Policía, el vandalismo cesó.

Por su parte, Mario Yosa, uno de los vecinos que organizó las reuniones describió que ‘últimamente no sólo entraban a robar a las casas o a los negocios. También golpeaban o correteaban a quienes esperaban el micro, sobre todo si eran mujeres‘.

Los vecinos lograron que el comisario de la Seccional 27, Rogelio Venegas, y la intendenta de Rivadavia, Ana María López, participaran en los encuentros y les dieran respuestas. ‘Nosotros conseguimos el apoyo del personal de la Regional Capital para incrementar la presencia policial en el barrio. Tenemos un servicio de 5 a 7,30 para controlar, sobre todo, las paradas de colectivo en las que había arrebatos. Y además, realizamos patrullajes más seguido y tenemos personal que camina por las calles. En este caso se trata tanto de personal con uniforme como de personal encubierto‘, comentó Venegas. Y aclaró que ese tipo de operativos está dando buenos resultados.

A su vez, López, contó que el municipio también intervino. ‘Colocamos luminarias nuevas en la avenida Bazán Agrás -la calle central del barrio- e implementamos un intenso operativo de limpieza. También iluminamos algunos sectores privados que eran peligrosos, ahora los dueños deberán encargarse de mantener la obra. Además, estamos podando los árboles para lograr mayor visibilidad‘, comentó la intendenta. También detalló que ‘en los próximos días entregaremos 2 motos a la Policía para que puedan hacer más rondas por el barrio, que se consiguió con fondos provinciales. Y tenemos un proyecto de pasar al municipio un edificio que pertenece al IPV para poner en él oficinas con servicios, para que los vecinos puedan desde pagar algunas boletas hasta tener una sucursal de un banco con cajero‘.

De todos modos, los vecinos volverán a reunirse el próximo 15 de junio para asegurar la continuidad de las medidas y poder vivir tranquilos.