Los vecinos de Villa Rojas, en Rawson, se habían puesto contentos porque "finalmente" escucharon su reclamo y construyeron reductores de velocidad en dos esquinas consecutivas muy transitadas y donde son habituales los siniestros viales. Pero ahora dijeron que esta medida lo único que hizo es potenciar el peligro. Los construyó el municipio hace dos semanas y aún no los pintó ni señalizó, por lo que resulta casi imposible verlos para frenar a tiempo.
Delfor Sánchez, secretario de Obras de Rawson, dijo que aún no señalizaron estos reductores de velocidad porque se les "terminó la pintura" y porque aún "no están terminados los carteles".
Hace dos semanas, las intersecciones de calle Calvento con calles Pedro Cobos y Charcas sumaron una nueva condición para potenciar el riesgo de siniestros viales, según dijeron los vecinos. Son los reductores de velocidad que construyó el municipio de Rawson. Cada una de estas estructuras, en ambos extremos de cada esquina, es una especie de par de lomos de burro paralelos, de unos 25 centímetros de ancho, con unos 40 centímetros de separación entre sí y que abarcan todo el ancho de la calle. Son de hormigón, por lo que no se diferencian del color del pavimento.
"Hace años que algunos vecinos pidieron que hicieran reductores de velocidad en estas esquinas por la cantidad de siniestros viales que ocurren. Pasó mucho tiempo y ahora los hicieron, pero mal. Nunca vinieron a pintarlos. No se ven y esto ocasiona frenadas permanentes y maniobras peligrosas", dijo Camila Soria, una vecina.
Ariel Galiote dijo que cuando se nubla o el sol comienza a desaparecer, tiene que estacionar el taxi que maneja sobre la vereda para protegerlo. Agregó que estas condiciones que aminoran la luz natural dificultan más aún la visión de los reductores. "Los motociclistas cuando se topan de repente con los reductores atinan a tirarse a la orilla para tratar de evadirlos y terminan frenando encima del taxi. Me da miedo que alguno termine chocándolo. Creo que era más seguro antes de que hicieran los reductores", dijo el taxista.
Ley Nacional de Tránsito 24.449 faculta a los municipios para la construcción o instalación de reductores de velocidad, pero sí o sí respetando algunos requisitos como son la buena iluminación de la zona a intervenir, la demarcación de los reductores y la colocación de señalización vertical (carteles) que indiquen su proximidad. En estas esquinas ni siquiera colocaron las señales de advertencia. "Hace un par de noches se cayó un chico que venía en moto y que pasó por encima de los reductores sin bajar la velocidad porque no los vio. Es que encima en estas esquinas la iluminación es malísima. Es urgente que señalicen los reductores", dijo Alberto Otarola, otro vecino.
> Riesgo extra, por una pérdida de agua
En el sector este de la esquina de Calvento y Pedro Cobos, en Villa Rojas, hay una pérdida de agua potable que ya generó un pozo en el pavimento, lo que potencia el peligro que ya implican de antemano los reductores de velocidad sin señalizar. Los vecinos dijeron que esta pérdida empezó unos días antes de que el municipio construyera los reductores. También agregaron que ya realizaron varios reclamos a OSSE por la pérdida de agua, pero que hasta el momento no obtuvieron una respuesta. El peligro se da también porque el agua del caño roto inunda el pozo y los conductores no lo pueden ver y atraviesan por el medio del mismo.