Para combatir al mosquito que transmite el virus de San Luis, la UNSJ trabaja en un proyecto para introducir mojarras en las cunetas, fuentes y lagunas y usarlas de esta manera como una herramienta de control biológico. Y es que este pez, de alta resistencia a ambientes adversos, se alimenta de las larvas del mosquito como el Culex pipiens, transmisor de una enfermedad que en San Juan causó, según las autoridades, siete infectados y la muerte de un paciente que padecía, entre otras, esta patología.
Los especialistas ya trabajan en el proyecto y si los resultados de laboratorio son positivos, se ejecutará en la provincia apenas empiece la temporada de calor, anunció Rubén Carrizo Páez, jefe del Programa de Control de Vectores, al frente de la lucha contra el mosquito apenas se declaró el alerta epidemiológico, el 31 de marzo pasado.
Esta es la primera vez que quieren introducir al sistema de riego del arbolado un pez para combatir al mosquito, pero la iniciativa tiene antecedentes con otros fines. Por ejemplo, para controlar el crecimiento de plantas acuáticas en los canales se usó el sogyo, en 2004; con fines ornamentales pusieron carpas koi en la fuente de la plaza 25 de Mayo, en 2006; mientras que este año anunciaron que estudian sembrar carpas en las lagunas de la planta cloacal de Rawson, como indicadores de contaminación.
"Elegimos la mojarra de la especie llamada jenynsia stp porque es un pez con alta rusticidad y porque se adapta fácilmente a condiciones desfavorables", dijo Fernando Murúa, director del proyecto que pertenece al departamento de Biología de la UNSJ y al Instituto y Museo de Ciencias Naturales, en conjunto con el Instituto Hidrobiológico y el Programa de Control de Vectores.
"La idea es que las mojarras sean colocadas en los criaderos de mosquitos. Y en los centros urbanos, los criaderos por excelencia son las cuentas, como también las lagunas que se forman cerca de las rutas o la Circunvalación. Pero para determinar si es efectivo o no vamos a someter primero a las mojarras a distintos ambientes creados en el laboratorio", agregó Murúa.
Los ejemplares que usarán en las pruebas serán aportados por el Instituto Hidrobiológico y los ensayos de campo se harán en septiembre, en coincidencia con los primeros calores y con el regreso del regadío a las cunetas (es que si bien ahora está cortado por la monda, una de las primeras medidas que adaptaron cuando se anunció el alerta epidemiológico fue suspender el riego del arbolado).
El uso de peces para combatir mosquitos, tanto por virus de San Luis como por dengue, ya se usó positivamente en Estados Unidos y en algunas provincias de Argentina, como Córdoba, dijo Murúa. "Tenemos mucha expectativa en este proyecto. Y aunque hay que esperar el resultado de las pruebas, somos optimistas en que la mojarra se va a adaptar a ambientes adversos. Si todo sale bien, la ejecución dependerá del Programa de Control de Vectores", expresó el biológico. Precisamente, Carrizo Páez informó que "todo lo que se pueda hacer para combatir al mosquito, desde el punto de vista científico, lo vamos a intentar. La enfermedad está y ya no se va a ir, por lo que tenemos que usar diferentes herramientas de control. Para el verano 2011/12 tenemos que estar mejor preparados que esta vez".

