Se trata de todo un cambio cultural, según el psiquiatra Alain Rigaud, presidente de la Asociación Nacional francesa de Prevención en Alcohología y Adictología (ANPAA). Soy sexagenario y cuando era niño la población francesa que trabajaba paraba al mediodía y retomaba a las 14 horas, dijo Rigaud en un reportaje. El vino estaba en la mesa y era parte del menú de mediodía y noche. Pero apuntó que, en las últimas tres décadas, la organización del trabajo y la vida en Francia ha tomado costumbres anglosajonas y eso también ha cambiado el vínculo de la gente con Baco. La jornada laboral sigue, almorzamos rápidamente un sándwich o una comida rápida, dijo. No hay más vino, sentenció.
