Las encíclicas son cartas solemnes sobre asuntos de la Iglesia o determinados puntos de la doctrina católica dirigidas por el Papa a los obispos y fieles católicos de todo el mundo. Es el documento más importante que escribe el Pontífice.
De todos, no tiene poder como norma o ley, sólo manifiesta la opinión de la Iglesia sobre un tema particular. Sí genera
polémica, como en este caso, porque al convertir la protección ambiental en un imperativo moral, Francisco podría estimular a los 1.200 millones de católicos del mundo a presionar a los políticos sobre temas ecológicos.
“No me dejaré dictar la política económica por mis obispos, mis cardenales o mi Papa”, ha dicho Jeb Bush, aspirante republicano a presidente de EEUU.