Pasaron toda su vida buscando sus antepasados. Les cambiaron hasta el apellido cuando eran apenas unos niños. Aún así, no se dieron por vencidos. Y aunque en sus sueños más profundos tejían la posibilidad de reencontrarse con sus raíces, nunca imaginaron que la situación se iba a dar en una cancha de fútbol. Fue en el club Sportivo Desamparados, donde los descendientes de huarpes fueron agasajados. Y entre ellos estuvo el cacique Sergio Morales Talkenca, que forma parte de la quinta generación del cacique Puyuta, aborigen que le dio el nombre al lugar donde se hoy se encuentra el club.

El domingo pasado, la previa del partido fue diferente. Por un lado estaban los puyutanos de corazón, los hinchas que llevan al club en el alma. Por otro, estos descendientes de huarpes y de Puyuta, por primera vez reconocidos en la tierra que habitaron sus ancestros. En medio de todo eso, mucha emoción y una hinchada que esta vez no sólo aplaudió el gol que les valió el triunfo ante Juventud de San Luis. El homenaje se hizo antes de comenzar el partido en medio del campo de juego. Y como si se tratase del mejor de los equipos de fútbol, los huarpes o Hijos del Sol, como ellos se llaman, dieron una vuelta olímpica a la cancha agitando la bandera que los representa.

El club les entregó un mapa a modo de trofeo. A cambio, el cacique Morales Talkenca les dio una vincha típica de su comunidad. Fue ahí cuando el encuentro le puso lágrimas y aplausos a una tarde dominguera. "Sportivo nació en tierras puyutanas. De ahí el apodo deportivo. Para nosotros era muy importante que los descendientes del cacique Puyuta fueran al club. Es un reconocimiento a la historia", dijo Wilson Gómez, que además de ser fanático de Sportivo, produce el programa televisivo Puyutano Soy. Asombrados, sin saber qué hacer, los descendientes recorrieron la cancha rodeados por los hinchas. "Fue una sensación única. Volver a la tierra que dio vida a la comunidad. Unir raíces y viajar en el tiempo. Es lo que venimos buscando hace años", dijo Héctor Arroyo.

Aunque no hay muchos datos históricos sobre el cacique Puyuta, según la tradición oral, el lugar donde se encuentra el club Sportivo Desamparados, rodeado por los barrios Patricias Sanjuaninas y Santa Rosa, fue el lugar en el que habitaron los hijos del aborigen huarpe. De ahí que al lugar se lo conozca como Puyuta.

Los descendientes que fueron a la cancha para ser agasajados son algunos de los que vivieron en las lagunas de Guanacache hacia la década del ’50. Eran los niños que trasladaron en camiones del Ejército hasta la ciudad por orden del Gobierno, para darlos en adopción después de que una epidemia de cólera afectara el lugar. En total fueron 50 chicos que distribuyeron en distintas familias. Y hasta les cambiaron el apellido. Por ejemplo, el apellido original de Héctor es Chapanay. "De a poco nos estamos reconociendo. Ya nos reencontramos 31 de esos niños. Haber sido homenajeados en la tierra de Puyuta, implica un paso importante para nuestra integración y respeto por las raíces", dijo Héctor.