La sociedad con el justicialismo terminó en una profunda división de las filas bloquistas. La conducción que encabeza Graciela Caselles se ha encargado en los últimos años de sostener con uñas y dientes la amalgama, mientras que sectores de la oposición liderados por Enrique Conti, entre otros, insisten en que lo mejor sería abrirse, ser protagonistas de las candidaturas más importantes en juego e integrarse a otras fuerzas políticas que sean alternativa.
La cosa se dirimió en la Honorable Convención a favor del plan de seguir en el Frente para la Victoria. Algunos opositores decidieron jugar en otros espacios. Así fue que en 2011 Juan Domingo Bravo fue candidato por el frente que encabezó el radicalismo y Conti compitió el año pasado como precandidato del espacio que comparte con el basualdismo, el ibarrismo y Actuar, entre otros.