Consciente de sus antecedentes familiares, Angelina hizo el test (con una muestra de sangre) para detectar si era portadora de los genes BRCA1 y BRCA2, prueba que, según contó, en Estados Unidos cuesta más de 3 mil dólares. ‘Es en sí mismo en un obstáculo para muchas mujeres’, dijo y consideró que ‘debe ser una prioridad lograr que más mujeres accedan a los tests genéticos y a los tratamientos preventivos, sin importar dónde viven, cuál es su realidad y su posición económica. Espero que puedan hacerse el test y que, si tienen un alto riesgo, sepan que tienen opciones’.