Crear un separador entre los carriles contrarios, justamente, para evitar que los vehículos que por algún motivo pierdan la dirección se crucen y ocasionen un mal mayor. Construir bicisendas a ambos costados de la ruta, para proteger a ciclistas y motociclistas. También instalar carteles y mejorar la iluminación. Y por último, edificar dos puentes vehiculares en calles 6 y 7.

Esas fueron algunas de las ideas que en la Dirección de Vialidad Nacional tenían pensado construir en los tramos de ruta 40, comprendidos entre calles 5 y 8, a raíz de los graves accidentes que ocurrieron en los últimos meses entre esos tramos. Hasta el momento, ninguna de esas obras se pudo consolidar.