Ariel Lucero Reinoso, especialista en riego de la Asociación Tomate 2000 nos dijo que los productores se están sumando a esta propuesta por muchos motivos. Los equipos se pagan con el aumento de kilos por hectárea, el ahorro de agua es importante, la comodidad para manejarlos, la posibilidad de fertilizar con nutrientes y aplicar algunos agroquímicos como Carbendazim, Previcur y otros, la incorporación de zonas muy pedregosas o marginales y otros aspectos atraen a los chacareros. En Costa Canal y 9, Andrés Castilla posee un paño de casi 15 hectáreas con el goteo instalado hace unos 45 días. Destacó que hace rotación con ajos, cebollas, semillas y tomate, pero el agua no le alcanzaba. Ahora hizo un reservorio grande, de unos 2,5 millones de litros, junta el agua de turno y riega. Sus chacras son excepcionales. Tiene tomate Star 9063, Hypeel 696 y PS 198 para Frutos de Cuyo S.A. en su lote. A 1,40 metros entre líneas, con goteros a 15 centímetros. Dijo que pensando en el futuro, instaló 15 hectáreas, pero dejó previsto todo para completar 30 hectáreas en el futuro; estaba en un techo productivo de 100.000 kilos por hectárea y ahora intentará llegar a los 130.000. En cuanto a números aseguró a este medio que ahora puede trabajar con sus equipos de preparación de tierras en la zona, ya que antes le quitaba tiempo el riego tradicional; esto ya es una inversión. Además, llave el mano, entre el equipo mismo, el zanjeo, la pieza con la central, la instalación y el reservorio calculó andar en los $259.000 de costo, aproximado, para todo el goteo, lo que con el aumento de rendimiento piensa cubrir.