�Entre sus principales retos, Francisco estudia el acceso a la comunión de católicos divorciados. Recientemente expresó su preocupación por la familia, que atraviesa -ha dicho- una crisis seria. ‘Pocos jóvenes se casan y hay muchas familias separadas‘, afirmó. Otro de sus retos es la mayor presencia de la mujer en la estructura de la Iglesia. También tiene que afrontar una mayor colegialidad en la Iglesia, es decir la relación entre la Curia y los episcopados nacionales. El pontífice debe también potenciar el ecumenismo. Otro reto es la disminución de sacerdotes. Ante este problema ha vuelto a primera línea el tema del celibato.
