Dique y central de generación hidroeléctrica El Tambolar
10 por ciento es el grado de evolución de las tareas generales en el dique El Tambolar, ya que el grueso de la obra está previsto para la segunda fase.
Las obras incluidas en la primera etapa de construcción del Dique El Tambolar iniciadas allá por abril de 2015 llegaron a su final en 2018. Este año presto a terminar, fue testigo del cumplimiento de tareas vinculadas al desvío de ríos, construcción de túneles, revisión de ingeniería básica, localización y construcción de campamentos, etc. A su vez, también se avanzó en materia de licitación para la segunda etapa de la obra, la construcción de la presa hidroeléctrica propiamente dicha. Fuentes técnicas de Energía Provincial Sociedad del Estado (EPSE) indicaron que el pliego se encuentra terminado y el próximo 20 de diciembre se realizará la apertura de sobres correspondiente. "Transcurridos 85 días se realizará acto de apertura número 2, que será el de las empresas que resultaron calificadas. Y se estima que para mayo de 2019 se haga la firma del contrato", aseguraron.
Cabe destacar que el presupuesto de la primera etapa finalizada fue de 80 millones de dólares y el de la segunda asciende a 750 millones de dólares. Desde la empresa estatal también indicaron que son aproximadamente 40 las empresas interesadas (entre contratistas y subcontratistas). A su vez, todos ellos visitaron la obra los pasados meses de septiembre y octubre en virtud de los futuros trabajos a realizar.
La historia indica que El Tambolar debió ser la primera presa en construirse por tratarse del salto más importante, pero a la postre acabará siendo la última. Finalmente, la primera fue Quebrada de Ullum, que se empezó a construir allá por los ’70 (se inaugura en 1980) la represa que más abajo se encuentra y que tiene una potencia instalada de 45 MW. Luego, casi dos décadas después, el complejo Los Caracoles-Punta Negra. Tras varias idas y vueltas, fue primero Los Caracoles (125 MW) el que vio la luz y tiempo después Punta Negra con 65 MW (ver infografía aparte). El nuevo proyecto hidroenérgetico El Tambolar, que conforma parte del Sistema Múltiple de aprovechamiento del río San Juan, permitirá incorporar 70 nuevos megavatios al sistema eléctrico sanjuanino y nacional.
Técnicamente la futura Central Hidroeléctrica producirá un promedio de 343 GW h/año de energía eléctrica que será inyectada y vendida en el mercado interconectado nacional. Será esta venta de energía en el mercado eléctrico mayorista argentino el principal beneficio directo, permitiendo reemplazar energía actualmente importada por la provincia, por generación local de una fuente libre de emisiones contaminantes.
A su vez, también permitirá aumentar el grado de regulación del río San Juan; disminuirá los crecientes riesgos de sequías e inundaciones asociados a la mayor incertidumbre que surge con el cambio climático global; ampliará la superficie cultivada y mejorará la productividad de los terrenos que actualmente se encuentran en producción a través del agua almacenada. El futuro dique también creará nuevas fuentes laborales durante su construcción y generará trabajo durante su fase de operaciones a través de la incorporación de actividades recreativas y vinculadas al turismo.
La UTE Techint-Panedile fue la encargada de las tareas de la primera etapa cuyas obras versaron específicamente en la ingeniería de detalle del desvío del río, construcción de campamentos para alojamiento de personal, obrador y reacondicionamiento de las oficinas de EPSE, que anteriormente se localizaban en Pachaco.
"Durante la construcción se realizaron también dos túneles independientes de sección portal 6.40 metros x 6.80 metros y 6×6 metros de diámetro con ingresos a distintas elevaciones. El más elevado se transformará en descargador de fondo", indicaron fuentes especializadas de EPSE. La mencionada descarga de fondo tiene también la función de aliviar los caudales requeridos por el riego, en caso de parada completa de la casa de máquinas, control del llenado de embalse y control de eventuales depósitos de material sólido en la zona de obra de toma.
Por su parte, la etapa II de "Aprovechamiento Multipropósito de El Tambolar" continúa avanzando en su proceso licitatorio para brindar mayor capacidad de embalse y manejo conciente del agua, el bien más preciado para una zona semi-desértica como San Juan.
Desde la empresa energética estatal también indicaron que la nueva central hidroeléctrica contará con una estación transformadora de última tecnología dispuesta en una playa de maniobras con una conexión a una línea eléctrica de alta tensión en 132 KV, la cual permitirá inyectar la energía generada al sistema argentino interconectado. Esta línea en simple terna recorrerá su traza a través de 62 kilómetros por zona de montaña hasta llegar a la Estación Transformadora del departamento Calingasta.
El pliego de la fase dos, próxima a licitarse, incluye la construcción de la presa, el aliviadero, el túnel de aducción, la casa de máquinas y obras complementarias y anexas. Desde el ejecutivo provincial estimaron que el inicio de las obras será en el segundo trimestre de 2019 y de no mediar inconvenientes, El Tambolar estará listo en el 2024, ya que su ejecución contempla un plazo de 60 meses.
Beneficios
La intención del gobierno sanjuanino es generar más energía, más trabajo y aumentar la producción local mediante la construcción y puesta en funcionamiento del nuevo dique. Ya que el mismo podrá beneficiar a más de 100.000 argentinos con los 343 millones de kV/hora que tendrá de generación.
Historia
En 1974/1975 la empresa Agua y Energía Eléctrica realizó la primera exploración geológica-geotécnica en la zona de El Tambolar. De 1986 a 1987 la firma Electroconsult efectuó un informe de factibilidad y finalmente en 2014, el gobierno provincial encomendó a EPSE continuar las gestiones programando dos etapas.
Trabajo y cultivo
La cantidad máxima de empleados que se requirió para la primera fase de la obra fue de 350, mientras que la segunda demandará la participación de 1.400 trabajadores. A su vez, el nuevo recursohídrico permitirá extender el área cultivable en unas 20 mil hectáreas, de las 113 mil que hoy se ven beneficiadas con el río San Juan.