Ayer al mediodía todos los registros de la oficina de Turismo municipal, enfrente de la plaza de San Agustín de Valle Fértil, estallaban con un panorama prometedor: las más de 1.400 plazas turísticas estaban repletas, hasta las casas de familias disponibles como albergues. Pero las calles de la villa cabecera estaban despobladas. ¿Dónde estaban los turistas? Buscando a más de 80 kilómetros de San Agustín se encontraba una parte. La otra, llegaba entre la tarde de ayer y hoy. Casi todos, interesados en un solo epicentro: Ischigualasto, unos para conocerlo como turistas, otros para cantar el Himno Nacional por el Bicentenario de la Patria, algo que esta medianoche se transmitirá en vivo para todo el país.
Con unas 1.700 visitas, el parque tuvo ayer su récord de ingresantes del año en un mismo día. El fenómeno no se veía desde Semana Santa, cuando el Viernes Santo entraron 1.593, según dijeron en la recepción del lugar. Influyó, suponen oficialmente, que como el parque estará cerrado hoy y mañana por lo del canto patrio, todos los turistas se apuraron a no perderse la experiencia.
Por eso hubo que reforzar la cantidad de guías y en las oficinas de tickets estuvieron a full hasta cerca de las 17, cuando seguían ingresando los contingentes en colas de autos para ver la tierra que habitaron los dinosaurios. La mayoría cordobeses, unos 11 extranjeros y el resto de otras provincias, apuntaron los empleados.
El otro malón de visitantes empezó a llegar al departamento ayer sobre la tarde, para el ensayo general del gran momento de hoy, que tendrá los ojos de todos los argentinos puestos en las caprichosas geoformas iluminadas (en particular la formación conocida como El Submarino) y en el especial ambiente sonorizado por el espectáculo único de cumplir 200 años.
En fervor patriota ayer ganaron los habitantes de Astica, que recibieron a los visitantes en plena ruta 510 con una bandera de más de 20 metros y le pelearon a las ráfagas heladas de la mañana con un maratón que corrieron los alumnos de las escuelas Benito Lynch, Secundaria de Astica y la de Sierra de Elizondo. Matizaron el frío con chocolate caliente y les dieron la bienvenida a los turistas con consejos sobre cómo transitar por las rutas, de conocida peligrosidad debido a los animales sueltos.
Los astiqueños le aportaron al visitante un escenario patriota donde sacarse fotos, porque a las banderas celestes y blancas que contrastaron con el gris del día, le sumaron un cabildo gigante de tela vegetal hecha por los vecinos del barrio Astica I. En la villa cabecera también podía respirarse atmósfera de 1810, en la plaza pintada a lo argentino y las casas embanderadas hasta los techos, conscientes de que la noche de hoy será doblemente histórica para el departamento.

