Para realizar los rituales hay que estar en paz consigo mismo y con los demás. La persona debe serenarse, meditar, respirando lentamente y visualizando una luz dorada que entra por la cabeza y saca todo mal pensamiento de la mente, sigue por todo el cuerpo, lo ilumina y sale por manos y pies. Respirar profundamente unos minutos, exhalando el aire por la boca lentamente. Cuando se afloja el cuerpo y se obtiene serenidad, se abren los ojos y ya se está listo para iniciar el ritual.
