El pequeño bosque con álamos, pimientos y pinos que daban sombra a las mesas y parrilleros parece salido de una película de terror, con sus ramas quebradas y árboles arrancados de cuajo, tirados en el piso o apoyados sobre los que aún quedan en pie. Hay basura entre las ramas caídas y por las noches los vecinos dicen que eso es una boca de lobo, por lo que aparecen personas sospechosas merodeando los alrededores, aprovechando la oscuridad. Es el camping que perteneció a la desaparecida mutual del IPV hace unos años y que luce abandonado, por lo que los vecinos piden que lo reactiven o que lo cierren perimetralmente con paredes, pues la mayor parte es un alambrado. Desde el IPV, en tanto, reconocieron que el lugar no tiene mantenimiento, pero dijeron que pagan un adicional de Policía para custodiar el lugar y su titular, Martín Juncosa, anunció que realizará una inspección en el lugar para evaluar la situación.
El camping está ubicado en avenida Benavídez, entre ruta 40 y Necochea, Chimbas, y en sus alrededores se ubican los barrios Resero y Los Andes. Tiene un bosquecito, un salón que antes era alquilado para eventos, un quincho, mesas, parrilleros y una cancha de fútbol. Era un lugar activo y atractivo, pero hace unos años, al desaparecer la mutual, se vino abajo. Según denunciaron los vecinos, fue saqueado de a poco y los árboles, al no tener riego, se empezaron a secar. Si bien tuvo durante un tiempo un cuidador, los vecinos dijeron que dejó su trabajo al no poder seguir cobrando y que el predio fue usurpado por una familia. Sin embargo, Juncosa indicó que la última información que tenía es que allí vive un cuidador que dejó la exmutual. Este diario encontró a una persona en el camping, quien optó por no dar su nombre y sólo dijo que era un casero, sin dar más detalles.
El mayor abandono está en la zona de parrilleros, ya que los árboles se van cayendo y personas de distintos lugares suelen llegar allí para sacar ramas secas que usan como leña, según los vecinos, que denunciaron a ese sector como el que mayor mugre y alimañas reúne. Por su parte, el quincho ya no tiene vidrios sanos y el salón para fiestas muestra huellas de tizne, como si le hubieran hecho una improvisada chimenea. Lo único que se mantiene en buenas condiciones es la cancha de fútbol, que suele ser usada los fines de semana, informaron.
‘El camping era de la mutual, pero el terreno es del IPV, así que en virtud de estas quejas, organizaré una inspección en el lugar. Si hay que talar árboles y limpiar, lo haremos’, apuntó Juncosa. En tanto, sobre la posibilidad de reactivarlo o mejorar el cierre perimetral, el funcionario no se mostró optimista. ‘El tema es que acá hay una situación judicial en el medio con la exmutual, así que esperaremos para ver cómo actuamos’, dijo.

