Una regla económica general indica que cuando hay menos cantidad de un volumen, los precios tienden a subir. Pero frente a una de las contingencias climáticas más graves de los últimos años, heladas de las que no se recuerdan antecedentes, la merma esperada en la uva de mesa y pasas no seguirá esta lógica o, en caso de hacerlo, no alcanzará en los más mínimo a compensar las pérdidas, opinan diversos actores del sector vitivinícola. ‘’Son simplificaciones que se hacen, pero no sirven’’, dijo Antonio Gimenez, titular de la Cámara de Exportadores. ‘’El primer elemento que necesita el productor para estar en actividad es producción, y este año será mínima en el caso de la uva en fresco. No va a haber cantidad para poder enviar a mercados internacionales. Además esta uva va a mercados donde la Argentina no fija precios, así que no se puede pensar que porque haya menos producción aquí va a subir el precio’’, advirtió. ‘’Donde más afectó la helada es en la uva de mesa y pasas, donde no había problemas de excedentes, sino de competitividad. A lo mejor puede subir el precio, pero dependerá de lo que suceda en mercados competidores como Chile’’, agregó Juan José Ramos, desde la Asociación de Viñateros. Fabián Macenco, de la exportadora Argentilemon agregó que el sector ‘’está con graves inconvenientes y tener menos uva es peor. Creo que si llega a subir el precio, no lo hará para recuperar lo perdido, el daño es muy grande’’. En sintonía, Angel Leotta, desde la Cámara Vitivinícola, agregó que ‘’antes en otras circunstancias, podría subir el precio pero ahora con las circunstancias desfavorables del país para exportar, no’’. Agregó que la merma esperada ‘’puede mover la aguja 10 o 20 centavos, pero no alcanzará a cubrir las pérdidas’’.