El encuentro comenzó a las 10 (11 en Argentina), con la presentación del abogado Jonathan Blackman, encargado de representar al Gobierno argentino y contó con la intervención en apoyo de Argentina, del procurador general adjunto del Departamento de Justicia de EEUU, Edwin Kneedler. Blackman defendió ante el máximo tribunal el hecho de que la decisión del juez Griesa, que dio lugar al pedido de información de los fondos buitre relativa a bienes de Argentina en EEUU y en el mundo, viola la Ley de Inmunidad Soberana norteamericana. Después, Kneedler, quien representó a la administración del presidente Barack Obama, manifestó su apoyo a la posición de Argentina sobre la lectura errónea de la legislación por parte de las cortes inferiores.
Por su lado, el juez Antonin Scalia se preguntó ‘por qué otras naciones que podrían beneficiarse de una sentencia a favor de Argentina, no se presentaron‘ ante el alto tribunal para respaldar su postura. ‘Quizás la Argentina les debe dinero a ellos también‘, pareció burlarse, lo que devino en una reacción hilarante del auditorio. El juez John Breyer ironizó con la posibilidad de ‘embargar bifes argentinos‘ para que los acreedores puedan cobrar. En tanto, las crónicas señalaron que el único integrante de la Corte que no pronunció palabra en la audiencia fue el juez Edward Thomas. El Fondo NML sostuvo que ‘el Acta de Inmunidad Soberana no afecta el poder tradicional de los jueces federales de primera instancia, para ordenar a entidades financieras que proporcionen información relevante para una demanda‘.