‘Fue un descuido de segundos y eso nos cambió la vida para siempre. Tenemos un dolor insoportable y una gran culpa‘, dijo Graciela Castillo, la abuela paterna de Elías Gómez, un bebé de 1 año y 7 meses que murió por tomar tíner. La mujer contó que el solvente estaba siendo utilizado por el papá y su abuelo para pintar la casa. ‘Dejaron la botella en el suelo. Mi hijo se dio cuenta que el bebé se había desplomado y ahí lo llevaron al hospital. Fue un momento muy duro‘, agregó. El nene murió en el Hospital Rawson, donde por mes atienden un promedio de 3 chicos por día, que son víctimas de accidentes domésticos.
Este hecho ocurrió el lunes, en Marquesado. Según su abuela, Elías tomó tíner de una botella y casi de inmediato comenzó a vomitar sangre. ‘Al principio mi hijo -el papá del bebé- creyó que se había golpeado, pero cuando vio que su pantalón también estaba manchado, como si hubiese orinado con sangre, se dio cuenta que era otra cosa. Le pidieron ayuda a un vecino y en el auto le dio un paro cardíaco. Lo llevaron al hospital Marcial Quiroga, pero ahí no podían hacer nada y lo trasladaron al Rawson, le hicieron lavajes pero no tuvieron éxito‘, dijo conmovida la mujer y contó que los médicos le dijeron que el solvente había consumido los glóbulos rojos. Finalmente, en la madrugada del martes Elías murió.
‘Lo voy a llevar por siempre en mi corazón. Era un niño maravilloso e inquieto como todos. Su mamá siempre estuvo muy pendiente de él y esto que pasó fue un descuido. Toda la desgracia pasó en un segundo. Cuando se dieron cuenta era tarde‘, dijo la mujer, que vive en la misma casa que la familia de su hijo y contó que después de que el nene fue sepultado, en un nicho que les prestó un vecino, su hijo y su nuera no quieren salir de la casa.
‘Sus hermanitos preguntan por él. Ellos sienten que falta uno, porque siempre estaban los tres juntos, pero no entienden qué pasó‘, dijo la abuela del bebé y agregó que sus otros nietos tienen 4 y 5 años.

