El pronóstico es una herramienta de mercado que se puso en marcha en los años 90 y que sirve como llave para la estrategia de compradores y vendedores de uvas, vinos y mostos en cada temporada. En base a las cantidades pronosticadas se tejen los negocios y precios cada año, por lo que un error en el cálculo impacta directamente en el bolsillo de productores y empresarios. En unos 15 años de aplicación la diferencia entre los pronosticado y lo realmente cosechado nunca superó en más o en menos el 3%, pero en los últimos tiempos esa diferencia se amplió. Para la cosecha 2009 el INV pronosticó una disminución del 11% en los porcentajes de uva de San Juan y un aumento del 3.4 en Mendoza, respecto a la cosecha 2008. Pero, finalmente en febrero pasado el INV reconoció que la merma total fue del 3,3% para Mendoza y del 20% para San Juan. Atribuyó el error a una profundización de los daños producidos por los accidentes climáticos. Ayer hubo otro dato llamativo: El INV dijo que lo cosechado en el 2009 en San Juan fueron 602 millones de kilos de uvas, en lugar de los 538 millones que fueron presentados oficialmente en su momento y que incluso figuraban ayer en la página oficial del INV. El aumento achica la diferencia con el pronóstico. García dijo que es “porque se han contabilizado unas semanas más de cosecha” y admitió que hay un error en la cifra cargada en la página oficial.
