San Juan.- En 2001 se compró un horno crematorio con el objetivo de brindar servicio a los sanjuaninos. Sin embargo, hubo una infinidad de idas y vueltas vinculadas a cómo se iba a colocar y dónde. Finalmente, Rawson decidió instalarlo y armó el espacio necesario para su funcionamiento. Será inaugurado el próximo jueves y un día después, el viernes, se comenzará a brindar el servicio por primera vez en la provincia.

Según el titular de Obras del municipio, Rubén García, el horno que está ubicado en el Cementerio San Miguel (en Dr. Ortega y Meglioli) "será inaugurado el próximo jueves, a las a las 11. Y ya está todo listo para que comience a funcionar".

El funcionario detalló que el uso del servicio tendrá un valor de 3.000 pesos. A la vez, explicó que las personas que quieran acceder a él deberán presentar el certificado de defunción del fallecido y una autorización para la cremación firmada por un juez competente. A la vez, dos testigos, que pueden ser familiares o amigos de la persona fallecida, deberán firmar los documentos necesarios.

"Debemos recordar que una vez que un cuerpo es cremado ya no se puede hacer pericias sobre él y tampoco se puede tomar muestras de ADN. Por eso es importante que un juez indique que no hay ninguna causa vinculada a la persona fallecida", explicó García.

A la vez, agregó que "una vez que se autoriza la cremación, se recibe el cuerpo. Si está en un féretro se saca de él todos los elementos de metal –que no pueden ser quemados- y se procede a realizar el proceso que demora entre 40 y 45 minutos".

Cuando el cuerpo es cremado y pasa alrededor de media hora desde la finalización del proceso, la cenizas son entregadas en urnas a los deudos.

Las características del horno

García explicó que el horno es de última generación debido a que contiene una serie de filtros dobles que impiden el paso de los elementos contaminantes al aire.

Por otra parte detalló que dos personas se encargarán de su funcionamiento y otras cuatro colaborarán con la recepción de los papeles y la contención de la familia del fallecido.

Este servicio es importante porque es la primera vez que se ofrece en San Juan. Hasta ahora, para cremar a un fallecido había que trasladarlo hasta Mendoza o Río Cuarto (en Córdoba), las ciudades más cercanas en las que se realiza el proceso.