Uno de los fenómenos que ha provocado la pandemia por estos días es que hay faltante de enlatados, por ejemplo arvejas y tomates cubeteados, en las góndolas de los supermercados, según expresan fuentes del sector. Y es debido a que como se había cortado la cadena de producción en las industrias por la restricción social, se paralizó el sector que fabrica envases de hojalata para conservas. Y hasta que se vuelva a normalizar la actividad, el fenómeno va a persistir.

Pero no son los únicos productos afectados por el parate industrial. También escasean las botellas de salsa de tomate, porque las fábricas de vidrios también estuvieron paradas. Un caso similar ocurre con los aceites, por el problema de los envases. Así, las primeras marcas son difíciles de encontrar y ahora proliferan otros productos no tan conocidos, pero que los proveedores tenían en stock.

"Faltan enlatados, por ejemplo de arvejas y de tomates cubeteados", dijo Mario Gee, del Supermercado Myriam e integrante de la Cámara Sanjuanina de Supermercados y Autoservicios. "Hay un serio problema de abastecimiento de algunos productos y porque escasean", explicó.

Como ocurrió por ejemplo con los cigarrillos, porque las tabacaleras no podían trabajar, también en el rubro industrial vinculado a la alimentación las fábricas estuvieron cerradas y hasta que la producción se normalice, algunos productos van a seguir faltando. Desde Cabral Mayorista, Maximiliano Pelletier, dijo que había notado que los proveedores mandaban menos enlatados, pero que la situación se estaba empezando a normalizar.

El gerente de una cadena nacional de supermercados, que pidió reserva de su nombre, dio a conocer que se está registrando una escasez importante de enlatados y de todos los alimentos con envases de vidrio, como es el caso del tomate triturado. El problema es que los proveedores no tienen stock suficiente para atender la demanda de los compradores.

También está el caso de faltante de harinas, porque se trata de un producto muy utilizado en la cuarentena, por ejemplo para la elaboración de tortas, y de lentejas. Este último es un producto que forma parte de los bolsones alimentarios que entrega el Gobierno y frente a una demanda muy alta, también falta en las góndolas de los negocios. Además forma parte también de la comida que se elabora en muchos comedores comunitarios. Además, según publicó el portal IProfesional, ha venido cayendo la superficie sembrada con este legumbre en la Argentina en los últimos años. En la actualidad, sólo se siembran unas 30.000 hectáreas de lentejas. El 99% se encuentra concentrado en la provincia de Santa Fe, y una porción en el norte de Buenos Aires. Y está catalogada como la legumbre con menor superficie de producción en el país. Y cuando la demanda crece, como ahora, se nota el faltante.

Lo que sí se ha normalizado, que fue un problema en su momento, al comienzo de la pandemia, es la existencia de insumos de limpieza, como lavandina, y de alcohol en gel. Este último era un producto muy difícil de conseguir.

La otra situación que se está dando por estos días en los supermercados que funcionan en la provincia, sobre todo en las cadenas locales, es la caída de ventas. Algunos estiman incluso que se redujeron hasta un 50% en el último mes. Es el caso de Gee, del Supermercado Myriam. Y lo atribuyó que muchos compradores, con el comienzo de la cuarentena, en marzo, se endeudaron con las tarjetas para comprar mercadería. Y ahora a los clientes se les junta el pago de la financiación de la mercadería que compraron, con lo que tienen que adquirir para el día a día. Todo en un contexto en que hay reducción laboral y hasta muchos están cobrando menos o vieron reducidos sus ingresos sensiblemente porque no pudieron salir a trabajar.

Precios máximos

El Gobierno nacional dispuso prorrogar hasta el 30 de junio el plan de Precios Máximos, que incluye alimentos, bebidas, artículos de higiene y limpieza, cuyos valores deben mantenerse en el nivel fijado al 6 de marzo último. Incluso hay controles para que se mantengan esos valores.

 

Panorama nacional

Según los últimos datos dados a conocer por el INDEC, en marzo las ventas a precios corrientes en el conjunto de las cadenas de supermercados del país sumaron un total de $86.773,4 millones, un 69,7% más que un año antes, en un escenario donde el promedio de precios al consumidor se elevó poco más de 48 por ciento.

En la estimación del organismo oficial de estadística surge un crecimiento a precios constantes de 10,7% respecto a marzo de 2019.

Se debe a la incertidumbre provocada por los efecto del aislamiento social y su extensión en el tiempo, que determinó compras preventivas en el último tercio del mes, en particular por parte de la población que contaba con recursos monetarios.

Los medios de pago más utilizados en este canal fueron la tarjeta de crédito, con 39,3% del total.