Alan Paredes tiene 14 años y con una batería de un celular viejo y algunos cables que encontró en su casa fabricó un faro para su bicicleta, para poder transitar por la ruta de noche. Esto, porque junto a 6 amigos emprendieron la aventura de llegar desde el centro de Jáchal hasta Mogna para agradecerle a Santa Bárbara. ‘Vinimos a dar las gracias porque podemos estudiar y se nos ocurrió venir en bicicleta‘, dijo Agustín Garay, otro de los chicos que durante más de 6 horas pedaleó sin parar para participar de la procesión de ayer.

La localidad jachallera se vistió de fiesta y recibió a unos 15.000 fieles de distintos departamentos. Si bien desde la organización dijeron que hubo menos gente que años anteriores no dejaron de sorprenderse por la devoción que despierta Santa Bárbara. Entre estos feligreses llegaron los 7 jóvenes jachalleros que salieron a las 5 de la madrugada desde la plaza departamental y llegaron pasados las 11 de la mañana.

Exhaustos, pero sin perder la alegría, los chicos acamparon a un lado de la parroquia de Mogna para poder descansar. ‘Trajimos botellas de agua, latas de picadillo, galletas y unas carpas. Además vinimos preparados por las dudas que pincháramos alguna rueda‘, dijo Renzo Manrique otro de los jóvenes mientras señaló las bicicletas que hasta estaban herrumbradas por lo vieja que son. ‘Fue increíble y lo vamos a hacer nuevamente‘, dijo otro de los chicos.

Al igual que estos devotos, hubo miles de fieles que llegaron hasta el lejano paraje para cumplir promesas. En moto, en autos y hasta a caballo los seguidores de Santa Bárbara ocuparon cada rincón de Mogna. Desde la organización contaron que hubo gente que acampó desde varios días antes y que participó todas las noches de la novena, que cerró ayer con la multitudinaria procesión. La celebración central de ayer comenzó a las 18 con la misa de cierre. Ahí, los feligreses coparon el galpón donde el padre Rómulo Cámpora dio la ceremonia. Y hasta las calles estuvieron llenas de personas de todas las edades, que siguieron la misa con mucha atención. Posteriormente la santa salió de la iglesia y comenzó con el clásico recorrido por las calles de Mogna. Esta vez, la peregrinación estuvo acompañada por 800 jinetes que siguieron el paso con banderas rojas y amarillas.