Sportivo le había planteado bien el partido a River. Le quitó espacios, lo dejó sin profundidad por los carriles y casi que lo controlaba pero por el medio llegó la solución para el Millonario de la mano de Leo Ponzio. Con panorama, sentido de la profundidad y presencia, el ex Zaragoza abrió el camino del triunfo con un remate de media distancia que ya es marca registrada en este regreso a River. Fue clave. Dentro de las figuras que trajo River, el paso de Fernando Cavenaghi recién se vio en el complemento cuando metió un par de asistencias impresionantes para el segundo gol y luego para el cuarto. Un escalón más abajo apareció el pibe Cirigliano que se encargó de todo el trabajo sucio del mediocampo para facilitarle el juego al resto.

Párrafo aparte para David Trezeguet. Idolatrado por la gente, el franco-argentino demostró pasta de ídolo para responder a cada muestra de cariño pero además jugó y otra vez volvió a marcar.