Un espacio chico, pero muy acogedor. Los más de 20 sanjuaninos que integran la delegación de productores en Andalucía entraron apretados en el salón de la Unión Interamericana de Municipalistas (UIM) para ser testigos de un hecho que se repetirá muy poco: la presentación en España del plan estratégico municipal de Pocito, emprendido bajo la dirección técnica de este organismo. La UIM es un gran nucleamiento de dirigentes y especialistas enamorados de la primera organización política en contacto con la gente: los ayuntamientos, o municipalidades. Subvencionados por el gobierno español y andaluz y por varias empresas, impulsan en toda Latinoamérica sus recetas y sus ámbitos de discusión. Y despliegan consejos, elaboran planes y diseñan trajes a medida para cada uno de sus socios. Así llegó Pocito a elaborar su plan estratégico hasta 2020. Es la forma de desarrollo a la que llegaron como conclusión las ayudas técnicas y la participación de los vecinos. Con la intención de alejar de la óptica de la política y concentrarla en el objetivo común a cumplir, esté quién esté al mando del ejecutivo. Tuvo su día de gloria Sergio Uñac, el intendente pocitano que integra la comitiva. Es que debió presentar la obra de su municipio en una especie de labor cumplida, luego de varios años trabajando junto a Andrés Díaz Cano, el funcionario que lo acercó a esta entidad. Dijo Uñac que el plan contiene dos objetivos mayores. “Dejar un camino para el que sigue y entrelazar los esfuerzos del sector público con el privado”. El plan estratégico pocitano tiene tres ejes: un plan económico destinado a todos los sectores (productivo, comercial, industrial y turístico), un ordenamiento territorial que es una planificación hacia dónde orientar el crecimiento y un apartado destinado a la cohesión social (salud, educación, transporte, cultura y deporte). Surgió de más de 20 talleres en los que participó la gente y aspira a que divida las aguas del departamento en un antes y un después. Más que el final de un trabajo, pareció el principio. “Lo importante es diferenciar lo urgente de lo importante”, dijo Uñac ante el auditorio, estrecho pero cálido, de la estructura que le facilitó el trabajo.
