Ayer por la tarde, quedó inaugurada la obra de restauración, remodelación y ampliación del monolito en el que se construyó un nuevo pedestal con la estatua de Antonino Aberastain, ubicado en avenida intendente Joaquín Uñac entre calles 10 y 11, en Pocito. Asimismo se colocó junto al monumento una chapa calada con la representación de la escena donde el gobernador Antonino Aberastain es asesinado por sus captores.
Tras el corte de cinta, se descubrieron placas recordatorias, se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino a cargo de la banda de música de la policía y el padre Fabricio Pons bendijo la obra.
En el acto, el gobernador Uñac destacó que “es una obra emblemática, un monumento declarado histórico nacional hace algunas décadas, tiene una significación para los pocitanos pero también para la historia sanjuanina, argentina”.
Agregó que “Aberastain fue un historiador, político, abogado, que llego a ser gobernador de la provincia, contento de estar en Pocito, contento que el intendente haya recuperado la historia”. El primer mandatario señaló que “estas son las cosas que hay que recuperar y mantener vigente la historia, cada una de las cosas que hacen al pasado y nos ayuda a construir el presente de cada uno de los sanjuaninos”.
Uñac sostuvo que “después de muchas décadas, siglos seguimos debatiendo si habitamos un país federal, pero que siempre cuando hablamos de la distribución de derechos, del cumplimiento de obligaciones, volvemos a poner en valor la discusión de si las provincias son o no autónomas”.
Cabe destacar que Antonino Aberastain nació el 10 de mayo de 1810, hijo de Luis Aberastain Benegas y Manuela Roza de Torres, cursó sus estudios primarios en la escuela de la patria y logro hablar siete idiomas, se recibió de abogado en 1832 en Buenos Aires y en el año 1835 fue nombrado juez de alzada en San Juan.
Colaboro junto a su amigo Domingo Faustino Sarmiento en la redacción del diario “El Zonda” y luego incursionó en la política de la provincia. Su fuerte compromiso con sus principios de libertad lo llevo a ser elegido gobernador del a provincia y defendiendo sus ideales paso a la inmortalidad el 12 de enero de 1861 a la edad de 51 años, asesinado un día después de la batalla de Rinconada por sus captores convirtiéndose desde entonces en el mártir de las Autonomías Provinciales.

