Promediaba el segundo tiempo y los plateístas fueron la noticia cuando se tomaron a golpes de puño. Incluso el partido fue detenido por ello. Cuando los mismos plateístas le pidieron a los efectivos policiales que custodiaban ese sector, que intervinieran. Estos dijeron que la culpa era de los dirigentes de Trinidad por dejar estar en ese lugar a los de Unión. Incluso éstos tenían camisetas. La calma llegó cuando entre los plateístas intervinieron y los simpatizantes de Unión se fueron del lugar. Otro hecho se dio en una casa adyacente al estadio: allí sí intervino la policía porque un grupo de fanáticos quiso ingresar por la casa al estadio para no abonar la entrada.
