Envuelto en una raída frazada azul, ayer Osvaldo David Rojas se encadenó a un poste en la puerta de la Municipalidad de Santa Lucía para reclamar un aumento de sueldo. Le dicen El Pelusa y transcurre sus días como cuidador en una de las plazas del departamento como contratado, situación en la que está desde hace 17 años.

Mientras en la plaza principal de Santa Lucía chicos de jardines de infantes repartían escarapelas a las personas que pasaban, Osvaldo Rojas protestaba casi en soledad: aunque el gremio municipal también hacía su propio reclamo salarial en la vereda, él permanecía en su silla, acompañado de a ratos por uno de sus hijos.

"Me deben dos aumentos -dijo- porque en otros municipios ya les aumentaron a los contratados. El Intendente dice que no tiene plata porque está pagando juicios, pero nadie lo mandó que pague". Enojado, afirmó que nadie había salido a hablar con él y el incesante entrar y salir del edificio municipal parecía confirmar sus dichos. Sin ánimo de modificar su postura, el contratado sostuvo que se iba a quedar todo el día. "Creo que voy a tener respuesta, porque yo soy muy amigo del Gobernador. Dicen que el Intendente no está, pero aquí me voy a quedar", expresó.

En contrapunto con estas afirmaciones, la secretaria de Hacienda de Santa Lucía, Patricia Guarnido, dijo que "los últimos aumentos que hubo en este municipio fueron para el personal de planta permanente, no para los contratados. Este personal está bajo programas de Ministerio de Trabajo y esto nos limita en cuanto al monto que se les paga y la cantidad de horas que trabajan, entre otras cosas".

Con respecto a Rojas, la funcionaria dijo que "todo contratado aspira a ser permanente y a ganar más y es un reclamo legítimo, pero en su caso, lo contuvimos socialmente, le dimos trabajo a uno de sus hijos que luego no vino más a trabajar. Tal vez apela a esta forma de protesta porque ya lo hizo anteriormente, para conseguir una casa".