Estuvieron los tradicionales sanguchitos, las empanadas y los pasteles. Pero hubo comensales que fueron más allá: llevaron tapers repletos de milanesas y enormes panes caseros y hasta hubo quienes prepararon un pollo al disco justo al lado del alambrado que rodea la cancha. Algunos estaban sentados sobre mantas tiradas en el pasto. Otros, en cambio, usaron mesas pequeñas o grandes tablones. Las personas que fueron parte de la primera noche del Festival Mayor de Doma y Folklore Cuyano, en Rawson, disfrutaron el picnic mientras los músicos les cantaban desde el escenario y los jinetes saltaban sobre los caballos.

Sobre el colchón de césped que rodea la cancha no cabía un alfiler. Encima, por la medianoche, las personas seguían llegando al predio Gaucho José Dolores.

Daban vueltas buscando un lugar mientras cargaban sillas, conservadoras y canastas repletas. La cantidad de personas era tal que el patio de comidas también estaba colmado. Allí se disfrutaba desde panchos hasta carne a las llamas, mientras se podía ver el espectáculo por dos pantallas. Es que, según los organizadores, hubo más de 35.000 personas entre el público.
Gracias al nivel de precaución gastronómica, en el inicio de la doma no había quien no tuviera la boca llena. Y varios se atragantaron con la primera caída de un jinete. Después, cuando se acostumbraron a la adrenalina, sólo soltaban los tenedores o sánguches para aplaudir alguna destreza o las palabras de los payadores.

Los tres hombres que se encargaron de las rimas ofrecieron un show aparte. En sus cantos no faltaron ni siquiera los Wachiturros y Zulma Lobato y hasta ofrecieron una payada completa a DIARIO DE CUYO. Incluso se dieron el gusto de cantar la victoria de San Martín sobre Independiente, que se estaba jugando en ese momento.

En el intervalo de las destrezas criollas, mientras algún integrante de la familia se quedaba cuidando las mesas improvisadas, el resto aprovechaba para recorrer los stands, que se llenaron después de la medianoche.

Así, en familia y sin sobresaltos, se vivió la primera noche de la gauchada. Al cierre de esta edición, el predio se colmaba de nuevo, para la última jornada de la edición 2012 de la fiesta gaucha más grande de Cuyo.