Juntada de vecinos

“Nos juntábamos todos los vecinos en el que hoy es el lateral de Circunvalación, donde termina el barrio. Llegaba el sábado y decíamos “hagamos un asado” y cada uno traía un poco de carne y uno solo cada vez se encargaba del fuego y de asar la carne. Cada familia llevaba las mesas, las bebidas, el pan, las ensaladas, ¡era muy lindo! En esa zona había hornos de ladrillos que manejaban bolivianos, y cuando entregaron el barrio los sacaron y rellenaron los pozos.

Yo vivía en la casa paterna, en la esquina de El Sauce, y a la casa nueva fui con mi esposa y mis tres hijos que ya tenían edad para ir a la secundaria. Tenía 44 años, hoy tengo 86″.