El Tribunal que ayer condenó a Adalberto Cuello a prisión perpetua, por el asesinato de su ex hijastro Tomás Santillán, consideró que para cometer el crimen del niño indefenso actuó ‘sobre seguro‘ y con ‘astucia artera y traidora‘.

Esta es la conclusión unánime a la que arribó el presidente del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Junín, Miguel Angel Vilaseca Parisi, con la adhesión de las vocales, Karina Lorena Piegari y Claudia Beatriz Dana.

De esta manera, los jueces calificaron el homicidio por ‘alevosía‘, es decir en estado de indefensión de la víctima, lo que permitió condenar al imputado a prisión perpetua.

‘Aun afirmando que el niño ultimado hubiese intentado y hasta logrado oponer resistencia con rasguños, manotazos o maniobras defensivas, ésta nunca podría haber sido riesgosa para el agresor armado con el elemento descripto (la pala), que actuó sobre seguro, con despliegue psicológico de astucia artera y traidora‘, dijo.

La jueza añadió que ‘la defensa intentada por el niño ha sido consecuencia de una reacción, un impulso natural e indeliberado que ha propendido a la conservación de su vida, pero ello en nada ha logrado conmover la celada traicionera y la seguridad de acción efectiva que había logrado el autor en el dominio del acontecer analizado‘.

Además, el Tribunal estableció que el crimen de Tomás se enmarca en un caso de ‘violencia de género‘ porque la muerte el asesinato del niño de 9 años estuvo directamente direccionado a provocarle daño a su madre, ‘pegándole donde más le dolía’, sostuvieron los jueces. ‘Sabiendo lo importante que resultaba Tomás para su madre y los celos que el imputado sentía hacia Tomás‘, Cuello ‘pegó donde más le podía doler‘ a la madre, ‘aprovechándose de su superioridad física y de la vulnerabilidad de la víctima‘.

Algunos de los indicios y pruebas que permitieron reconstruir los movimientos de Tomás Santillán, asesinado el 15 de noviembre de 2011, y que precisaron que Cuello fue el autor del asesinato, fueron que el día de la muerte del menor Adalberto Cuello fue visto movilizarse a bordo de Fiat Palio Weekend a alta velocidad y se supo que era la primera vez que lo usaba porque era propiedad de padre de su novia, quien se lo había prestado para realizar una diligencia y se lo devolvió a las 12.35. El acusado dijo que no se movió de su casa hasta pasadas las 14, pero el teléfono celular se hallaba en movimiento, o sea, transitando en dos zonas distintas.

Luego del estudio comparativo sobre el vehículo se halló material genético perteneciente al niño, lo que significa que el menor de edad estuvo a bordo del automóvil.

Otro de los indicios clave fue que los golpes al niño fueron aplicados por el autor con su brazo izquierdo y el imputado es zurdo, así lo determinó la perito y se pudo ver durante el juicio que tomaba sus apuntes con la mano izquierda.

Por otra parte, Susana Santillán, la madre de Tomás Santillán, aseguró que a su hijo no se ‘lo devuelve nadie, pero esta bestia va estar donde tiene que estar‘, apenas tomó contacto con la prensa en la puerta de Tribunales.