De militancia justicialista antes de empezar su carrera en la magistratura, fue designado en la Corte de Justicia en 1994, en la gestión de Juan Carlos Rojas. En Tribunales dicen que está lúcido, que no tiene buen carácter y que con sus compañeros mantiene un trato distante. En 2008 dos abogados presentaron en su contra un juicio político por, entre otras cosas, incapacidad psíquica sobreviniente. Y aunque no prosperó, desde hace años es blanco de críticas de aquellos que dicen que se debería jubilar. No suele hablar con la prensa y fuentes calificadas dicen que no baja a los pisos inferiores.
