Banfield se consagró campeón por primera vez en sus 113 años de historia en la división mayor del fútbol argentino, pese a perder el partido final ante Boca por 2-0 en La Bombonera.

El reaseguro a la consagración banfileña llegaba desde Rosario, donde Newell´s, su único adversario por el título, se desmoronaba ante San Lorenzo y le dejaba el festejo servido aunque para ello los hinchas tuvieron que sufrir una hora y media.

Sobre el final poco importó el resultado de uno de los 19 partidos y haber sumado su segunda derrota en el torneo. Lo mostró la emoción del entrenador Julio Falcioni, quien no podía contener las lágrimas cuando aún no había terminado el partido. Lo demostró el equipo con su festejo a ronda y a tímida vuelta olímpica tras el pitazo final de Diego Abal.

Quizá como una radiografía de como se juega hoy en los torneos de la AFA, el Taladro estuvo perdido, no encontró juego ni definición y pagó por dos errores defensivos frente a un Boca cuya imagen no fue mucho mejor que la que ha venido entregando en los últimos tiempos, aunque esta vez le sonriera la victoria.

El primer tiempo no alcanzó la intensidad esperada porque Boca después de su temprana ventaja adoptó una actitud conformista, y Banfield no pudo armarse en ataque, ya que ni Erviti ni Rodríguez se hicieron cargo de la conducción, y los delanteros cayeron reiteradamente en posición adelantada.

Iban 6´ cuando Gaitán llegó al área por izquierda, y Barraza, torpemente, lo golpeó con el pie en la cara. Abal cobró el penal, y Palermo, con un remate al medio del arco, abrió el marcador.

Cuando la etapa se moría, el Taladro dispuso de su situación más clara, pero Abbondanzieri la desbarató.

En el segundo tiempo Banfield intentó ser más agresivo pero cuando nada lo hacía preveer, Boca aumentó. A los 14 minutos, Morel Rodríguez ejecutó un tiro libre desde la izquierda, Paletta la devolvió al medio, para que Palermo, absolutamente descuidado, derrotara a Lucchetti.

Las buenas noticias que le llegaban desde Rosario (donde Newell´s perdía contra San Lorenzo) determinaron que Banfield se quedase muy tranquilo a pesar de la derrota.