El pasado miércoles, la familia López Riveros tuvo el peor momento de su vida. Un incendio consumió totalmente su vivienda ubicada en la Villa Marini, departamento Santa Lucía.
La familia integrada por Miguel Angel López (papá), María Ester Riveros (mamá) y sus tres hijos menores, pasa sus días en el aula de un templo evangélico localizado cerca de su vivienda, donde actualmente transitan la cuarentena obligatoria. El doloroso relato de María Ester, indica que necesitan desde ropa hasta ladrillos para poder reconstruir su vivienda.
"Estamos recibiendo hasta ropa, porque se nos quemó todo. Nosotros tenemos un taller mecánico en casa y también hemos perdido casi todas las herramientas por el incendio. Lo que más necesitamos son ladrillos para poder levantar nuevamente la casa. La gente es buena y nos están acercando diferentes cosas de la casa que nos pueden servir. A su vez, estamos tratando de ir todos los días a sacar todo lo quemado, y ver si se salva algo, pero andamos con mucho cuidado porque los bomberos nos han dicho que las paredes se pueden caer", comentó angustiada María Ester.
La familia comentó que algunas personas cercanas les ofrecieron una vivienda en Rawson para poder pasar la cuarentena, sin embargo, decidieron quedarse cerca de su domicilio por el miedo a que les "ocupen la casa". "Mis dos nenas de 14 y 15 años y mi nene de 5 están aquí con nosotros. Ellos quieren volver a su casa, ahí tenemos toda nuestra vida, pero por el momento es muy peligroso, rogamos a quien pueda que nos ayude con ladrillos para que podamos reconstruir lo que sea necesario", comentó María Ester. Y agregó: "Desde el Municipio de Santa Lucía nos han dicho que nos pueden asistir con arena y porlan, pero que no tienen ladrillos y los palos y nailon que nos han ofrecido desde el Ministerio de Desarrollo Humano los agradecemos pero no nos sirven para volver a la casa".
El incendio de la vivienda en Santa Lucía se dio el pasado miércoles. Según el relato familiar, el fuego se habría ocasionado a raíz de unas brasas que levantó el viento y depositó sobre un colchón que utilizaban para tapar la puerta de una habitación. "Cuando hace frío siempre prendemos un fuego, para calentarnos después con las brasas. Ese día sopló viento y desgraciadamente las brasas volaron hasta un colchón que usamos para tapar la puerta de las nenas así no les entra el frío. Y una vez que se incendió eso, el fuego agarró las otras habitaciones y el comedor y la cocina. Eramos 40 personas más 3 dotaciones de bomberos para detener el fuego, pero no pudimos", contó María Ester.
Las personas que estén interesados en ayudar a la familia López-Riveros, pueden comunicarse al teléfono: 2646242245.