La minera Barrick ya había frenado en el primer semestre el ritmo del trabajo en la mina Pascua-Lama y el jueves pasado anunció una suspensión temporal manteniendo obras mínimas en el proyecto y una inversión de sólo 400 millones de dólares en San Juan para el 2014. Desde enero a la fecha 6.700 trabajadores fueron despedidos, pero la empresa se comprometió con el Gobierno a mantener la fuente laboral de otros 5.000 puestos.
