Un segundo Hércules partió ayer a las 19.02 de la base aérea de El Palomar (Buenos Aires) con una planta potabilizadora de agua, seis baños químicos, insumos médicos y alimentos para Haití, el país caribeño que vive la mayor tragedia natural de su historia. La ayuda de ayer se sumará a la que transporta el Hércules C-130, que partió el jueves pasado de El Palomar, donde viaja un equipo especializado en catástrofes y una carga con elementos de ayuda para las víctimas del terremoto. El primer avión tuvo que aterrizar este mediodía en un aeropuerto alternativo, a 120 kilómetros de Santo Domingo, en la República Dominicana, porque tanto éste como el de Puerto Príncipe, ahora controlado por Estados Unidos, están colapsados. En el segundo avión que salió ayer por la tarde viaja un equipo de refuerzos para la atención del hospital argentino, entre ellos el director Juan Domínguez, expertos en catástrofes, un joven estudiante haitiano radicado en Buenos Aires, cuatro militares uruguayos con perros rastreadores y un grupo de periodistas de distintos medios, entre los que se encuentra Télam. Antes de la partida, el comandante operacional del Estado Mayor Conjunto, Daniel Camponovo, reunió a los periodistas y les advirtió: “Trabajarán con muchas limitaciones y carencias. Sepan que van a sufrir. La situación que se vive en Haití es dramática´. Desde Buenos Aires, Graciela Vargas, esposa del embajador argentino en el país caribeño, José María Vásquez Ocampo, describió que ayer “hubo una réplica del temblor, que seguramente habrá derrumbado más casas´. Relato que su esposo duerme a la intemperie porque tanto la sede diplomática como la residencia oficial se encuentran parcialmente derruidas.
