Una caja de sorpresas. Así definieron autoridades del Ministerio de Obras Públicas al terreno donde empezaron a hacer los trabajos previos el Parque de Chimbas, donde estuvo la erradicada Villa General Benavidez. Y es que el inicio de los trabajos en el esperado espacio verde de los chimberos presentó complicaciones. Sucede que por la gran cantidad de letrinas y pozos negros que tuvo el ex asentamiento, el terreno se hundió y hay sectores en los que aparecieron desniveles de hasta un metro. A ello se sumó la enorme cantidad de cimientos, hormigón y escombros que salieron a la luz cada vez que la máquina hizo una pasada. Es por eso que las autoridades iniciaron lo que se llama estabilización del terreno, inundando periódicamente el lugar, y una vez que lo consigan, determinarán qué harán en ese espacio de 5,5 hectáreas. Será el tercer parque en la provincia, junto al de Capital y el de Rawson.

Ya el intendente de Chimbas, Mario Tello, había dicho que calculaban que había cientos de pozos negros en el lugar, una circunstancia que impedía la construcción de un barrio para reemplazar a la vieja Villa General Benavidez, idea que se barajó tras la erradicación, en 2006. "Es por eso que sólo podemos hacer un parque", indicó el Intendente.

Sin embargo, cuando comenzaron a trabajar las máquinas, aparecieron las dificultades. "La obra se complicó por los pozos negros. Cada vez aparecen nuevos agujeros, que se desmoronan y entonces el terreno se hunde. En algunas áreas, el hundimiento alcanza el metro de altura. Por eso, decidimos echar mucha agua y esperar que aparezcan pozos que aún no cedieron. Esto se llama estabilización de terreno", explicó Lucio Gómez, responsable de Espacios Verdes de la provincia.

En abril del año pasado se conoció que el anteproyecto del parque contemplaba la construcción de un pequeño centro comercial, un CIC, una sede municipal y hasta un puesto policial, además de un lago, pero Gómez se mostró prudente y no quiso precisar qué pasará con esa idea tras los problemas que presenta el lugar. "Hasta tanto no se estabilice el terreno y veamos lo que puede hacerse, sería riesgoso proyectar. Y es que cualquier cosa que hagamos, como una simple vereda, podría fisurarse o hundirse, y ya no sabemos cuánto más puede hundirse el terrreno", apuntó el funcionario.

El terreno, ubicado entre las calles Benavidez, Mendoza, Tucumán y Chubut, originalmente fue una ripiera del ferrocarril, que luego se rellenó con los escombros de las casas derrumbadas en el terremoto del "44. Sobre ese relleno se asentó luego la Villa General Benavidez, en la que vivieron unas 280 familias.

La erradicación de ese tristemente popular y famoso asentamiento se produjo hace cuatro años. Las casas fueron derrumbadas para evitar que volvieran a ocuparse, pero desde entonces no pueden terminar con la extracción de escombros. "Primero sacamos los restos de viviendas de la erradicación, pero cuando decidimos que pasara la máquina para romper las bóvedas de los pozos, descubrimos otra enorme cantidad de vigas, cimientos, bloques de hormigón y ladrillos. Y los estamos sacando, pero todo esto también implica un retraso en el proyecto", agregó Gómez.