Como un auto viejo. Así compararon los especialistas al terreno donde quieren hacer el Parque de Chimbas, ya que a medida que fueron trabajando y arreglándolo, fueron apareciendo nuevos inconvenientes. La construcción del espacio verde chimbero está parada desde hace casi un año porque el terreno no cesa de generar problemas. Es que, pese a los trabajos que hicieron para tratar de estabilizar el suelo y por el que gastaron poco más de $750.000, siguieron apareciendo grietas y hundimientos, y por eso los especialistas estudian ahora otra solución. Pero de momento, estiman que como mínimo necesitarán casi el doble de la inversión inicial para poder retomar los trabajos, que no tienen fecha de inicio.

En junio de 2011, para realizar el movimiento de suelo (nivelación) y luego la siembra del césped (el primer corte estaba previsto para enero de 2012 y luego entregarían el parque a la Municipalidad de Chimbas para que lo mantuviera), el Gobierno provincial llamó a licitación por un monto de $752.340. Se creía que esa obra sería suficiente para estabilizar el suelo, en un terreno plagado de pozos negros, letrinas y escombros de relleno. Pero las evaluaciones previas quedaron chicas ante los graves problemas del suelo, que siguieron hundiéndose a medida que realizaban los trabajos. Es tal la inestabilidad del terreno, que en aquel momento colocaron 20 centímetros de tierra para nivelar pero hubo sectores en los que aparecieron grietas de 51 metros de largo por 50 centímetros de ancho, por las que se filtró esa tierra de relleno hacia sustratos inferiores.

Entre estos y otros problemas (ver aparte), la obra se paralizó, por lo que nunca llegó a la fase de sembrado. Ahora, desde el Ministerio de Infraestructura informaron que un grupo de técnicos se reunirá para evaluar otra alternativa que pueda solucionar el grave problema de inestabilidad del suelo. Entre las opciones que manejan, una de las que más fuerza tiene es la llamada ‘fabricación de suelo artificial’, que consiste en realizar una excavación de todo el predio, que tiene unas cuatro hectáreas, luego compactarlo y entonces colocar una capa de tierra agrícola, para recién entonces sembrar. Pero según fuentes del Ministerio de Infraestructura, sólo la colocación de una capa de 30 centímetros de tierra en las cuatro hectáreas demandará aproximadamente $1,2 millones.

A eso, tendrán que sumarle los trabajos de excavación y de compactación, cuyos costos aún no fueron evaluados, según las fuentes. De momento, en el Ministerio siguen estudiando opciones, bajo la premisa que sean viables y económicas, por lo que se mostraron cautelosos con los tiempos para poder reactivar la construcción del parque.

Suma de problemas:

Los inconvenientes en el predio, ubicado en Benavídez entre Mendoza y Tucumán, surgieron desde el primer momento. Es que el terreno fue originalmente una ripiera rellenada con escombros del terremoto de 1944, y allí se asentó luego la Villa Benavídez, que tras su erradicación dejó más de 300 pozos negros y letrinas. Tras sacar los escombros de la exvilla, aparecieron los del relleno del lugar y a medida que avanzaban las máquinas, empezaron a ceder decenas de pozos negros. Entonces, los especialistas empezaron a inundar el lugar para tratar de estabilizarlo, pero esto produjo desniveles del terreno de hasta un metro y la aparición de grietas.

Ante ese panorama, llamaron a licitación para encarar una obra de mayor envergadura, que fue la de los $752.340. Pero no bastó para ponerle fin a la inestabilidad del suelo, por lo que de momento, el Parque de Chimbas debe esperar.