San Juan, 19 de mayo.- El paro del transporte de larga distancia que llevó adelante la UTA en todo el país tuvo sus serias consecuencias en San Juan. La modalidad sorpresiva de la medida tomó desprevenidos pasajeros que debieron pernoctar en la terminal de ómnibus ante la imposibilidad de viajar a destino.
Gremialistas se encargaron de que ningún colectivo salga desde San Juan entre las 21 de ayer y la 9 de hoy. Sólo se permitió levantar pasaje a aquellos que hayan partido desde su lugar de origen antes de la hora de inicio de la medida. La forma intempestiva de protesta se podría repetir mañana y pasado mañana, en todo el país, perjudicando a quienes pensaban movilizarse por el feriado largo del bicentenario. Paradójicamente, fuentes de la entidad sindical habían declarado que “no pensamos perjudicar el fin de semana largo”.
La tensión generada por la protesta derivó en violentos ataques a unidades de transporte. Algunos de los incidentes ocurrieron en Bermejo, Caucete, Albardón y la zona del acceso sur.
Un colectivo de la empresa Vallecito fue detenido con clavos miguelito a la altura de una de las caleras en Albardón, sobre la ruta nacional 40. Ya con la unidad detenida, los agresores arrojaron peñascos que rompieron ventanas, sin que aún se haya informado de pasajeros heridos.
En Bermejo, un hombre que se movilizaba en una camioneta Ford F100 gris, de aproximadamente 40 años, arrojó ladrillos contra las ventanillas y parabrisas de unidades de las empresas Andesmar y Vallecito. El sujeto fue perseguido por efectivos policiales que lo aprehendieron en Caucete, cerca de la 5 de la madrugada. El individuo se encuentra detenido en la comisaría 9na, donde se le toma declaración.
En inmediaciones del acceso sur, una unidad de la empresa Flecha Bus tuvo problemas en sus neumáticos, aparentemente también a causa de clavos miguelitos que estaba tirados en la ruta.
Desde la policía, el subcomisario Castillo, a cargo de la División Relaciones Policiales, consultado por DIARIO DE CUYO online manifestó que “no confirmamos, pero no descartamos que este hecho, y los anteriores, hayan sido provocados por afiliados, militantes o gente allegada al gremio de transporte”.
En cuanto a los pasajeros, los que superaron la desazón y se quedaron esperando los servicios, ocuparon la bancas de la estación de ómnibus capitalina para descansar. “Yo tenía que salir a La Rioja a las 6”, contó uno de los frustrados viajeros. “Imaginate que si hubiera sabido de esto, no me iba a venir, más con este frío. Pero ahora ya está, no me queda otra que esperar”, dijo a las 7 de la mañana, cuando aún faltaban dos horas para el fin de la medida de fuerza.
