San Juan, 6 de diciembre.- La cizaña y la crueldad extrema llegó hasta el asombro de muchos de los habitantes del barrio Los Tamarindos, Chimbas. Es que Dulce María, una perra de 2 años, le despellejaron la cola en calidad de venganza. Su dueña, Viviana de González en diálogo con DIARIO DE CUYO ONLINE contó cómo sucedieron los hechos.

“Todo ocurrió el lunes de la semana pasada, después de las 7,30, fui a llevar a mis hijos a la escuela y Dulce María, la perra, se quedó cuidando la casa. Cuando volví, salió a recibirme llorando, no sabía que pasaba y cuando la vi con la cola despellejada y que solo le habían dejado el hueso, me desesperé tanto que no sabía qué hacer”, dijo la mujer con la voz entrecortada.

Señaló que en la madrugada del sábado anterior al día del ataque, la perrita ladró incansablemente a dos sujetos que querían ingresar por la reja del frente de su vivienda a robar. Gracias al aviso del animal, la jefa de hogar se levantó y los delincuentes huyeron sin lograr su cometido, sin que nadie en la familia imaginara lo que sucedería dos días después.

Viviana manifestó que “Dulce” fue llevada al veterinario de inmediato, quien confirmó lo que tanto temía la familia; debían cortarle la cola porque le habían destrozado todos los nervios. También, afirmó que el veterinario les dijo que la perrita iba a sufrir mucho con estas heridas y que la piel fue sacada con un cuchillo o una navaja.

“No me explico cómo pudieron hacer eso, sólo me demore 30 minutos en llevar a mis hijos a la escuela y les alcanzó para hacer esto. Hay testigos, ya hice la denuncia y la policía ya sabe quiénes son, pero son menores no pueden hacer nada. Si los encierran es por unas horas y luego tienen que soltarlos”, indicó.

La denuncia fue radicada Comisaria Vigesimosexta. Los efectivos dudaron en realizar las actuaciones pero al ver las fotos del animal con sus heridas, no dudaron en dejar asentado el hecho.

Los primeros trascendidos indican que los autores de este acto de crueldad son dos menores de 16 y 17 años, conocidos en el ambiente delictivo del barrio San Francisco, ubicado frente a la zona donde sucedió el ataque. Esta es una de las zonas conflictivas de Chimbas. Se pudo conocer que anteriormente entre los vecinos de la calle Nueva Argentina, pagaban a un ex policía para que vigilara durante la noche pero sufrió amenazas y tuvo que terminar con sus funciones.

“El pronóstico de salud de Dulce María es alentador” aseguró su dueña., aunque en estos momentos, el animal se encuentra delicado ya que se le abrieron los puntos de la cirugía y no pueden volver a intervenirlo. Resta esperar y ver cómo reacciona ante las curaciones de azúcar y por ahora, la perrita continúa medicada con analgésicos para el dolor y antibióticos.

“Tiene miedo de todo, no sale afuera ya ni ladra. Pero no es la única que tiene miedo. Mi hija de 8 años me pidió que nos mudáramos y cómo estamos alquilando acá ya estamos buscando otro lugar porque no queremos vivir todo la vida con el temor de que algo nos suceda”, alegó Viviana.

Desde este momento, la mujer quien vive con su marido y sus cinco hijos, uno de ellos con capacidades especiales, viven sumergidos en la absoluta impotencia y tristeza por la cizaña demostrada a su pequeña mascota, aunque sin perder las esperanzas de que pronto pueda recuperarse.