Al igual que todos los años no faltaron los papás que acompañaron el paso de sus hijos durante el desfile por el Día del Maestro. Sin embargo ayer fue distinto, es que mientras los chicos de las escuelas pasaron frente al palco de las autoridades por el carril Sur de avenida Libertador, los padres desfilaron en paralelo pero por el carril Norte, tras las vallas de contención. El desfile fue organizado así para que los padres no entorpecieran el paso de los verdaderos protagonistas.
El desfile se llevó a cabo por Libertador desde Alem hasta Mendoza. Contó con la participación de más de unas 30 escuelas y a diferencia de otros años no hubo academias de danza, ni instituciones deportivas que participaran. Sin embargo, el homenaje por el 126 aniversario de la muerte de Domingo Faustino Sarmiento, se vivió como una fiesta. Y los papás hicieron su parte, es que se mostraron al igual que los niños, pero desde la lejanía. Por eso, por cada grupo de alumnos que pasó por la puerta de la casa de Sarmiento, un puñado de papás acompañó al mismo ritmo, pero sin marcar los pasos.
Los encargados de romper el hielo fueron los abanderados de varias escuelas e instituciones, quienes engalanaron la apertura. Con una marcha prolija y bastante rápida, el festejo fue exprés y duró menos de 30 minutos. Sin embargo, las cerca de 1.000 personas que se acercaron a ver el paso de los alumnos y sus docentes, no pararon de aplaudir y de sacar fotos de los chicos que se lucieron con sus guardapolvos blancos. También participaron algunos colegios privados, algunos de ellos hicieron su paso por primera vez.
’Fue muy lindo desfilar frente al Gobernador y ver que la gente nos aplaudía’, dijo Abril Paladini, alumna del Colegio El Ceibo, que fue una de las instituciones que debutó en el homenaje a Sarmiento. También estuvieron los chicos del colegio Los Olivos, que nunca antes habían desfilado.
Además de los alumnos de las escuelas y sus respectivas banderas, también desfilaron algunos integrantes de las fuerzas de seguridad de la provincia y como ya son un clásico, los soldados cantando marchas a viva voz, fueron unos de los más aplaudidos. También estuvieron los alumnos de la Escuela de Cadetes y algunos efectivos de la Policía de San Juan.

