Algunos pasillos del Hospital Rawson empezaron a oler a pan dulce. Algunos asomaron su cabeza por las puertas de los consultorios. La llamativa iniciativa solidaria, en víspera de la Navidad, apuntaba a agasajar a aquellos que son servidores públicos, como médicos o enfermeras, y en los próximos días llegará a bomberos voluntarios y policías.

La idea partió de la Fundación Senda, una agrupación cristiana que focalizó en esta oportunidad su lado solidario en este sector de los sanjuaninos.

"Con ayuda de una panadería que no nos cobró la mano de obra y nosotros que pusimos los ingredientes, se hornearon unos 1.000 panes dulces", explicó el pastor Daniel Giménez.

Y agregó, "es una forma de agradecer la labor que hacen, que llevan a cabo día a día. Es un pan chiquito el que damos, pero todos los recibieron como si fueran inmensos".

Giménez dijo que muchos se sorprendieron porque aseguraron que habitualmente no son lo suficientemente reconocidos por sus tares.