�En su discurso Cristina también disparó munición gruesa contra Europa por la crisis de los refugiados.
“Por favor, que nadie nos venga a poner de ejemplo a algunos países del Norte, por favor, yo no quiero parecerme a países que expulsan inmigrantes y dejan morir chicos en las playas. No, eso no es de cristianos”, exclamó la mandataria al aludir a la foto que recorrió el mundo con el cuerpo sin vida en la arena del niño sirio de tres años Aylan Kurdi. En esa misma línea, la Jefa de Estado cuestionó que “andan tirando los migrantes de un país a otro como si fueran bultos”. Sin nombrarla, apuntó también contra la canciller alemana Angela Merkel, al señalar: “No quiero parecerme a nadie que le dice a una piba de 15 años que no se puede quedar en el país a estudiar”, en alusión a un sonado acto en el que la dirigente hizo llorar a una niña palestina que, llegada desde el Líbano en 2011, le pedía quedarse en Rostock para estudiar.
