Demasiado revuelo han armado los mexicanos sobre la derrota por puntos de Juan Manuel Márquez ante Manny Pacquiao. Intriga el hecho de sentirlos hablar de victoria cuando su compatriota no salió a buscar el título. Antenoche, si Pacquiao, que no brilló, no buscaba el combate, la pelea hubiera sido un fiasco. Aún deslucido Pac-Man arrojó más y pegó más. Todos hablan de su labio roto por un mazazo de Márquez, pero nadie de los ojos de mexicano hinchados por los golpes de Pacquiao. Que no fue el mismo de otras noches, sí. Pero que a Márquez lo robaron descaradamente… ¡Por favor! En pelea pareja, premiaron al campeón que quiso pelear y no al retador que especuló con el error. Simple y sencillo. FABIO GARBI – DIARIO DE CUYO
