Sin duda, es uno de los vecinos ilustres que tiene la Villa Nuevo Palermo, el barrio donde vive desde hace más de 50 años y donde formó y crió a su familia. Pero Pablo, o Coco, como todos lo conocen, tiene una historia anterior, porque su familia paterna ya habitaba en la zona, en el sector más antiguo conocido como Villa Palermo. Allí vivieron su padre y algunos de sus hermanos, con quienes compartió una rica historia deportiva. Pablo, junto con dos de sus hermanos ya fallecidos, Orlando y Julio César, formó parte de la época de oro de Sportivo Desamparados. En las paredes del club, un cuadro que muestra a los tres con gallarda estampa recuerda aquellos días de gloria, en que los tres hermanos eran los ídolos del equipo Víbora. Aún hoy, cuando camina por las calles del barrio de sus amores, no falta algún hincha memorioso de Sportivo que lo saluda por aquel apodo que le dejó el fútbol: “¡Chau Tijereta!”, o “¡Chau Trancado!”, que él recibe con una sonrisa.
