Pablo Gómez largó como arquero en Hispano, pasó por Concepción y hoy está en Aberastain. Inclusive hay un detalle no menor: Estuvo en el último Mundial en Angola, el año pasado. Fue convocado por el DT Giuliani como el tercer arquero. Y no fue casualidad. Anoche se convirtió en la gran figura de la final (al margen de haber brillado durante todo el torneo), amén de los méritos de sus compañeros. Humilde y amable por completo a la hora de hablar, el pibe que mide 1,85, tras la final, dijo: “¿Si me atajé todo? Simplemente creo que lo justo y necesario. Fue un partido siempre complicado, ante un gran rival y en el que supimos concretar todo lo que habíamos hablado. El mérito no es solo mío, es de todo el equipo. Porque mis compañeros defendieron muy bien. Ganamos y hay que gozarlo, pero seguir trabajando”.