La familia Avellaneda no tiene paz. Sobre los graves problemas clínicos que padece Ludmila, la nena de 4 años a quien ya operaron 13 veces y que sigue internada en el Hospital Garrahan de Buenos Aires, hace 25 días les desvalijaron la casa y, como si eso fuese poco drama, el sábado les volvieron a robar. Esta vez se llevaron lo poco que les quedaba y hasta las puertas y ventanas. Piden a gritos ayuda a la comunidad y más seguridad para el barrio Zorzales, de Rivadavia, donde está la casa. “Rompieron lo poco que quedaba. Reventaron las puertas, arrancaron las rejas e incluso se llevaron el televisor que recuperamos el viernes pasado. No sabemos qué hacer para que dejen de robar en la casa de mi sobrina”, dijo Ismael Rivoleti, quien contó que una vecina del barrio Zorzales les avisó de lo ocurrido.

La casa en la que viven Ludmila con su dos papás, Guillermo y Silvina, después del segundo robo quedó sin ningún tipo de medidas de seguridad. Es por esto que la familia materna de Ludmila ya está planificando cómo deberá hacer para quedarse en el domicilio y así evitar de algún modo que continúen robándole lo poco que queda en la casa. “La otra vez se robaron la leche maternizada de Ludmi y los DVD de canciones infantiles. Ahora robaron juguetes, además de llevarse los pocos libritos que le quedaban, Es increíble que se robaran los trajes de Guillermo y las únicas zapatillas que había de Silvina. Es un panorama desolador con el que nos encontramos”, dijo Silvina Díaz, abuela de Ludmila.

La niña de 4 años nació con una enfermedad llamada Asociación Vater, que es un conjunto de anomalías que afecta las vértebras, el ano, la región traqueoesofágica, el riñón y las extremidades inferiores. Por esto es que la intervinieron 13 veces, incluida la extracción de un riñón, las reconstrucciones de ano y vejiga y una cirugía intestinal, entre otras. Ahora, junto a sus papás, está internada en el Garrahan, con diálisis, y los médicos ya diagnosticaron que en poco tiempo más necesitará un trasplante renal. Para que Ludmi, como le dicen en la familia, no esté sola los padres viven en un hotel.

En el primer robo que sufrieron, los ladrones se llevaron la ropa de la familia, los materiales de construcción que habían juntado para acondicionar la habitación de la pequeña para cuando regresaran y hasta los juguetes.