El fin del problema. Los obreros de la empresa que trabaja en el ensanche de avenida Ignacio de la Roza sacaron las tapas de las cloacas para poder drenar el agua y así evitar un problema más grande.

Un vecino caminó más de dos cuadras para poder cruzar la calle sin mojarse los pies. Una mamá con su bebé en brazos saltó tres charcos, pisó un montículo de piedras y de esa manera pudo salir de su casa, mientras que los autos salpicaron agua a las veredas. Estas postales fueron algunas de las que se vieron ayer en la mañana en las inmediaciones de Ignacio de la Roza y Centenario Sur (a una cuadra de la Esquina Colorada), en Rivadavia, luego de que el canal Valdivia se desbordara producto de la gran cantidad de basura que tenía en su interior. Desde Hidráulica, Maximiliano Delgado dijo que el agua estuvo cortada varios días y que ayer en la mañana la volvieron a largar y ahí sucedió el problema. A la vez, comentó que esto sucede habitualmente debido a que la gente arroja todo tipo de desechos en los canales. Esta inundación duró cerca de una hora y afectó a más de 100 vecinos de la zona. 

La mañana comenzó tranquila. Sin embargo, cerca de las 10 empezó el caos para los vecinos que viven en las inmediaciones del club Del Bono. Es que el canal empezó a desbordarse y en algunas casas debieron hasta sacar agua de las veredas para evitar que se les inundara. Así sucedió en una ferretería y en una carnicería, que son frentistas de la avenida. Y mientras por Ignacio de la Roza el agua comenzó a abrirse camino, en la calle Centenario se formó un enorme lago. En esta zona estuvieron los vecinos más perjudicados, pues algunos no tenían ni cómo salir de su casa. "Voy a buscar a mi hijo para llevarlo a la escuela y no sé cómo voy a hacer para sacarlo de la casa. Tendré que llevarlo en los hombros", dijo Juan Carlos Quiroga, un vecino de la zona, mientras que Celeste Gómez debió llamar un remís para que su mamá pudiera ir al médico. "Es que ella se moviliza en colectivo, pero no tenemos cómo salir a la vereda y mucho menos cruzar la calle", dijo la joven, que le pidió al remisero que subiera a la vereda. 

Ante este drama, el jefe de Hidráulica dijo que "lamentablemente cada vez que hacemos el operativo de corta grande de agua -que es durante 25 días de julio- la gente aprovecha para arrojar basura al canal. Es un problema de nunca acabar".

Por la vereda. El agua llegó hasta las veredas. Hubo zonas por las que la gente pudo caminar y otras donde directamente no.

 

Un peligro. En la vereda, los vecinos mostraron cómo el canal quedó abierto y se volvió una trampa peligrosa.

 

La basura. Luego de un duro trabajo, finalmente lograron limpiar el canal. Sacaron hasta cubiertas de autos que hacían el tapón.

PROTAGONISTAS

ROBERTO MALLEA   Carnicero

"Para mí, este problema es muy complicado. El agua llegó a la vereda y mis clientes no tienen por dónde cruzar la calle para venir a comprar. Además, hay vecinos a los que el agua casi se les mete a la casa. Nosotros teníamos miedo de que siguiera subiendo. No es la primera vez, pensábamos que con el entubado del canal eso se iba a solucionar".

BLANCA GÓMEZ   Vecina

"La gente que espera el colectivo no sabe dónde pararse, los vecinos no tenemos por dónde salir si tenemos que hacer las compras. Además, hay que caminar en alguna zona por el medio de la calle y los autos pasan y nos mojan. Son muchos problemas juntos y esto nos pasa seguido. Estamos cansados".

GIMENA RUARTE   Vecina

"Vivo cerca y me encontré con este panorama cuando salí a caminar. A esta hora siempre paso por acá mientras me ejercito y ahora no sé por dónde ir para no mojarme. No me queda otra que volverme una cuadra y cruzar la Ignacio de la Roza, que eso también es un peligro porque los autos no se detienen".