Aaron Regent, Presidente y CEO de Barrick, dijo ayer que el proyecto fue posible gracias a “la combinación de los atractivos aspectos económicos, la importante producción de bajo costo de caja, así como el apoyo de los gobiernos de Chile y Argentina para este proyecto ambientalmente responsable”. En el mismo informe la minera señaló que proyectan un costo de caja total de entre US$20 y US$50 por onza, lo que convertirá a Pascua Lama “en una de las minas de oro de más bajo costo de producción del mundo”. ¿Qué generó este panorama cuando el mundo aún se sacude por los coletazos de la crisis mundial? Justamente el crack financiero internacional dio al proyecto minero un escenario inmejorable: El precio del oro sigue en alza cuando se desplomaban los valores del resto de los metales; y en combinación, los costos de la explotación cayeron. Esto significa que ahora es más barato producir minerales porque, producto de la crisis, bajó el costo de insumos como el petróleo, que es clave para las minas a cielo abierto donde se usan flotas de excavadoras de gran tamaño y camiones volquetes. El petróleo pasó de los 147 dólares en julio de 2008, a los 58 dólares el barril, según la cotización de ayer. Esta baja del combustible y su derivados también hizo que cayeran los precios de neumáticos y otros insumos que representan un importante porcentaje en la construcción y operación de la mina. Otra a favor: La suba del oro convirtió al metal en el mejor resguardo de los inversores. Pero no es todo: Veladero jugó un papel importantísimo. A menos de 10 kilómetros de Pascua Lama, la otra mina de Barrick en San Juan aportará experiencia y además ya asumió algunos costos; como por ejemplo el camino de acceso, el aporte de gente capacitada en Veladero y la posibilidad de usar su campamento, al menos en los primeros años de construcción de Pascua Lama.