La persona que siente amor por un instrumento siempre va a tender a ir más allá de lo que es una formación autodidacta. Todos los que nos hemos dedicado a la música hemos pasado por esa experiencia de querer perfeccionarnos. La música sirve para educar a un sujeto y sirve como terapia. Tanto es así que la mayoría de los alumnos que yo tengo están en edad escolar. Cuando hablo con los padres les aconsejo que encaren la formación musical de esa manera, no que sea una mera distracción o pasatiempo. Para mí va en un enfoque más profundo, en la formación integral de la persona. Tengo alumnos mayores de más de 50 años, profesionales. Para mí es una experiencia enriquecedora que gente de distintas edades se vuelquen a la música.
La música es una herramienta para sacar a los chicos del ocio y de los vicios. Es una expresión del arte de un país que ha sufrido una decadencia consecuente con la decadencia socioeconómica de la sociedad en las últimas décadas. Una forma de cortar esa racha y tratar de mejorar para el porvenir es educar a la gente dentro de las disciplinas artísticas como el aprendizaje de instrumentos musicales, para que en el futuro, quienes salgan a tocar encaren la cuestión con seriedad.
* (Es profesor de batería, tiene 38 años y es baterista desde hace 21 años. Tocó en bandas de rock como “Fizz”, “Teniente cuero”, “La Grieta”, “Roxana Porcelana”, entre otras).
